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La verdad sobre la iluminación y su mejora de la eficiencia energética

¿Cuánto podemos ahorrar realmente con la iluminación LED?

Aunque la iluminación en el certificado energético de viviendas no se tiene en cuenta a la hora de calcular la etiqueta energética, sí es importante en el caso del sector terciario, tanto los vatios de consumo como los lúmenes por metro cuadrado.

Cuando hablamos de sustituir nuestros sistemas de iluminación, no cabe duda que lo primero que nos preguntamos es ¿cuánto vamos a ahorrar con el cambio?

Desde 2008, la tarifa eléctrica se ha incrementado en más del 60%. Ante esta situación es importante contar con dispositivos eficientes energéticamente que nos ayuden con el ahorro energético. Dentro de estos productos y referido a iluminación nuestra mejor alternativa es la tecnología LED. La cual además ya es asequible.

En la actualidad y con semejante potencia lumínica una bombilla LED tiene un coste 4 veces superior a la incandescente, pero, además del importante ahorro en consumo, su duración es 20 veces más que la convencional. En el llamado “bajo consumo” con un coste similar (un 10% más caro en LED), la duración es sin embargo 6 veces mayor. En halógeno con algo más del doble de coste, el LED multiplica por 10 la vida de la lámpara.

En definitiva la tecnología LED tiene una mayor eficacia. Alarga la vida de la lámpara y reduce el consumo eléctrico sin renunciar a la calidad de la luz.

El ahorro vía consumo que genera una bombilla LED con respecto a otras depende fundamentalmente de los vatios que consume y también de su mantenimiento (básicamente de los reemplazos).

Debemos ser conscientes que hace no mucho la inversión inicial era bastante alta pero en la actualidad se ha reducido notablemente y es bastante asumible. Esto es especialmente interesante en lugares de elevado consumo, tales como comunidades de vecinos, aparcamientos, oficinas, hoteles, naves industriales… A grandes números en un periodo de 6 a 9 meses aproximadamente el coste de la inversión se recupera.

Cuando la sustitución suponga una inversión algo elevada o que no nos venga bien, una forma aconsejable de cambiar la iluminación por LED es ir haciéndolo gradualmente, empezando por las zonas que más tiempo están encendidas y posteriormente ir cambiando poco a poco las luces en el resto de zonas.

En la transición hacia la iluminación eficiente debemos tener mucho cuidado con los productos que adquirimos, ya que los hay de muy baja calidad y a la larga nos saldrán más caros. Esto ha venido ocurriendo en los últimos años al ser un mercado de elevada demanda con nacencia explosiva, hábitat de aprovechados y tramposos. En la actualidad coexisten variedad de calidades, por lo que tenemos que estar alerta de las bombillas de baja calidad, que se aprovechan del prestigio de firmas comprometidas y del todavía desconocimiento del público. Pensemos que al coste de la energía del pasado y los sistemas de iluminación tradicionales, ni había grandes diferencias en calidad, ni alternativas eficientes y rentables. Pero ahora sí, y además son importantes. Para ello, el proyecto Europeo PremiumLight , ha realizado ensayos en 80 modelos de LEDs, tanto en los de diseño de tipo bombilla como de tipo foco con un claro objetivo, ayudarnos a encontrar iluminación eficiente de alta calidad.

Y no tiene que ver con que el producto provenga de China, donde se producen todo tipo de calidades y marcas, y donde están a la cabeza del desarrollo de la tecnología LED. Más aún principales firmas occidentales dedicadas al mundo de la iluminación están importando, bajo su marca, las lámparas LED de China.

En definitiva hay un fuerte, y sobradamente justificado, crecimiento en la demanda de iluminación eficiente, pero debe asegurarse la calidad exigiendo garantía.

Aparte de que la iluminación LED supone un ahorro de energía, también aporta otra serie de ventajas: No debemos olvidar que la iluminación LED es además más ecológica y reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Los dispositivos LED no contienen mercurio. Gracias a esto, su proceso de reciclado es mucho más sencillo y respetuoso con el medioambiente. Cumplen con la normativa europea RoHS de sustancias contaminantes que restringe el uso de seis materiales peligrosos en la fabricación de varios tipos de equipos eléctricos y electrónicos.

El bajo consumo de energía de la tecnología LED supone una disminución importante de las emisiones de CO2 y azufre, lo cual se traduce en la mejora de los esfuerzos por proteger nuestro ecosistema. Como dato fácil de recordar la vivienda media española que utiliza, en vez de convencional, tecnología LED en su iluminación, es tan bondadosa medioambientalmente como mantener vivo y bien cuidado un árbol maduro. También merece la pena, ¿o no?

Fuente: http://www.del-led.es